Pasear por un bosque, ver cómo funciona un reloj de agua o soñar con la máquina del movimiento continuo es posible en este pueblo recóndito del occidente asturiano. Y es que su Casa del Agua tiene mucho que ver para descubrir todos los ingenios antiguos de aprovechamiento de la misma.
La Casa del Agua de Bres está ubicada en una antigua escuela financiada desde Argentina por emigrantes. El edificio es de los años 30, y el Museo se inauguró en 2003 para hacer visible de modo interactivo el uso de los molinos de agua y su aplicación a diferentes tareas agrícolas.
Abre en verano en horario de mañana y tarde. Y a los niños les puede resultar interesante porque tiene maquetas de diferentes artilugios para accionar y ver su funcionamiento. Relojes de agua, diferentes tipos de molinos y forjas a escala que los visitantes pueden accionar pulsando un botón. Una bonita forma de aprender y adquirir nuevas experiencias.
La estrella es una maqueta inspirada en un mecanismo alemán que se alimenta del agua que bombea sobre sí misma para moler el grano. Al alimentarlo con la fuerza del agua mueve los cangilones de la enorme noria. Los peques se quedarán boquiabiertos viendo como el agua recorre el enorme molino.
El museo está señalizado en Bres, a pocos kilómetros de Taramundi y Vegadeo, y el coste de la entrada es de 2,5 euros para los adultos. Es accesible y tiene ascensor. Puedes aparcar en las inmediaciones y caminando unos metros llegarás. Las vistas desde esta zona merecen la pena.
Por la zona tienes también un centro de artesanía, el Museo de los Cuchillos de Taramundi y Mazonovo. Y si quieres comer hay bastantes merenderos por la zona, uno saliendo de Taramundi hacia el polígono industrial, junto a la Quesería, que también se puede visitar. Hay varios restaurantes y sidrerías, nuestra favorita es Solleiro, en la parte más baja del pueblo. Hace casi dos décadas que la descubrí. Si vas en invierno a la zona, meterte en su pequeña bodega de piedra y muro de botellería y pedir unos chorizos a la sidra, o unos huevos con jamón es una auténtica delicia. Y si vas en verano tienen otro comedor y mesas al aire libre.