Si nos dicen hace un año que el sector que más aporta al producto interior bruto de nuestro país se iba a desplomar, pensaríamos que nos están tomando el pelo. Pero lo cierto es que la reactivación del sector nos va traer un turismo diferente, con requerimientos distintos y nuevas tendencias, al tiempo que otras quizá pasen a mejor vida. Nos hemos puesto a darle un poco al coco y, tras leer a diferentes expertos, os traemos estas 15 ideas para reactivar el turismo tras la pandemia.
En los últimos años, antes de que todo esto de la COVID-19 apareciera en escena, el turismo suponía el mayor aporte al Producto Interior Bruto del Estado. En torno a un 18 por ciento, que supera el 20 por ciento, si sumamos la hostelería, bastante vinculada al turismo. Se estima que la caída del sector en 2020, tras la irrupción de esta pandemia de coronavirus, ha sido del 80%, aunque las cifras aún no son definitivas pues no hemos cerrado este capítulo.
Así las cosas, desde el sector, y tras meses de inmovilidad entre marzo y mayo, cuando comenzaron a abrirse las fronteras municipales a la movilidad, se han empezado a escuchar voces hablando de cómo reactivar el turismo en Galicia tras la COVID-19.
Nosotros ya os habíamos dejado algunas ideas interesantes en Viajar tras el coronavirus, pero ahora queremos centrarnos no tanto en cómo serán los viajes que hagamos el día después, cuando se pueda, sino en cómo adaptarnos desde el sector turístico a sus nuevos requerimientos.
Lo que está claro es que esos perfiles que encabezarán este reactivar el turismo Galicia o en serán probablemente los jóvenes apasionados de los viajes. Después vendrá el turismo familiar y las escapadas en pareja, y finalmente, muy finalmente, algunos mayores retomarán su actividad viajera, sin bien de forma bastante diferente a lo que hacían anteriormente.
Transatlánticos, turismo de masas, viajes de la tercera edad o el turismo más urbano quedarán postergados a que la seguridad frente a un contagio sea absoluta, y esto a día de hoy no parece que se vaya a poder garantizar.
En los próximos meses y años, miraremos al campo y la naturaleza, a los destinos y alojamientos COVID free, al turismo de cercanía o rural, al senderismo o al pícnic y a los eventos o rutas de baja ocupación. Pero empecemos a recopilar ideas.
Libertad y aire libre. Nadie queremos vernos inmersos en un lugar repleto de gente, así que lo primero que tiraremos es por un turismo libre, con posibilidad de cambios, de modificar días o pernoctaciones, o de cancelar experiencias o rutas. También porque las autoridades sanitarias aún pueden condicionar bastante nuestros planes y muchos ya hemos escarmentado con viajes contratados el año pasado.
En este sentido, los alojamientos, guías de rutas o proveedores del sector saben que deberán ser muy flexibles para permitir al cliente cambiar de planes en función de la percepción de salubridad del plan previsto en cada momento.
Seguro que ya os habéis dado cuenta que para estar preparado para lo que está por venir, hay que ser desde ya COVID free. Hay muchos laboratorios o empresas que están ofreciendo ya este sello, así que hay que echar cuentas e implantar programas de desinfección, higiene y organización de flujos de personas en todos los hoteles, museos o empresas del sector.
Además, hay que pensar en otros criterios que han demostrado ser más importantes como el tema de la ventilación, las distancias interpersonales, etc. Así que podemos aprovechar estos meses de cierre y restricciones a la movilidad para ir organizando todo esto.
Ya tuvieron su auge con la ley antitabaco, sobre todo en establecimientos de hostelería, pero cualquier hotel, museo, casa rural, bodega o infraestructura turística que se precie tendrá que explotar su zona exterior, ajardinarla, decorarla y ponerla en valor.
El frío o la lluvia no son excusa para no hacerlo. De hecho, si conocéis un poco las principales ciudades europeas estas terrazas se alfombran, se llenan de árboles o plantas y se explotan para disfrutar del aire libre, incluso incluyendo sistemas de calefacción o de refresco en verano.
Pues sí, la moda del pícnic, que en Galicia se explota más en días de fiesta o romería y con afluencias populares, ahora tira más a solitario o en unidad familiar. Por merenderos no será porque en nuestra comunidad tenemos miles, y es otra de nuestras propuestas estrella para reactivar el turismo para los meses y años venideros.
No solo es que saldremos de excursión con la cesta de la comida, y buscaremos algún lugar sin contacto social para comer, sino que los hoteles o casas rurales, incluso restaurantes, podrían adoptarlas como estrategia. Un nuevo servicio que incluya cesta de pícnic completa y mapa de ruta hasta el merendero… ¿que no?
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Los amantes de esta actividad como forma de conocer bosques o lugares de Galicia, lugares históricos o lo que quiera que sea, están en su momento. Saludable, gratificante, instagramable y sobre todo una oportunidad. Aunque demos cobijo o comidas, el nuevo turista querrá sentirse libre así que vayamos preparando folletos y guías de rutas para que pueda pasar el día respirando aire puro.
Es el momento perfecto para poner en valor todas esas rutas que en su día se señalizaron con alguna subvención o programa europeo y conseguir que mucha gente venga a recorrer estos caminos. Fundamental de cara a reactivar el turismo es pensar en digital y que todo pueda encontrarse en la red.
En Galicia hay zonas y lugares más visitados y menos. Pero todo parece indicar que escudriñaremos el mapa para buscar esos lugares menos visitados. A Fonsagrada, O Courel, A Terra Chá, Costa da Morte, O Xurés o Enciña da Lastra, los territorios más salvajes de Galicia serán pasto de escapadas lejos del mundanal ruido, que cantaba Fray Luis de León.
Diferentes empresas están trabajando en aplicaciones para diversificar y redistribuir la afluencia de turistas. Así que la red y el smartphone será una vez más fundamental a la hora de ofrecer producto y alternativas.
Pues seguimos desgranando ideas para reactivar el turismo y llegamos a un capítulo por excelencia que mueve masas como son las ferias, fiestas o festivales. Pues mucho me temo que también aquí habrá que innovar. En el capítulo musical ya se han ido haciendo festivales musicales, no es lo mismo, porque el ambiente ya no está a nuestro alrededor sino detrás de cada pantalla, pero la música nos llega igual.
Lo que está claro es que los eventos presenciales serán con aforos muy limitados, en localizaciones pequeñas y, eso sí, nos permitirá llevar esos eventos a lugares más remotos y espacios naturales o al aire libre.
No sé cuáles serán finalmente las pautas pero, todo parece indicar, que eso de hacer el camino en grupo con otros colegas o irnos juntando con gente para culminar la etapa tendrá que quedar para otro momento.
El Camino de Santiago, y más en año Xacobeo, tendrá tirón, pero será más que nunca una experiencia en solitario, con reserva previa, y buscando trazados o variantes menos concurridas. Así el Camino Inglés, el Camino Primitivo o el Camiño do Inverno quizá cobren mayor auge en detrimento del tradicional trazado franco o francés.
La ecología ya era una preocupación muy preferente en determinado sector de turistas, pero hoy en día ser sostenible es un plus y esto va a más. Pocos visitantes pero muy respetuosos, distanciados socialmente, y dispuestos a aprovechar las vacaciones para aportar también algo positivo al planeta.
Si durante la COVID nos hemos acostumbrado a tirar nuestra propia basura, tampoco nos extrañará encontrar jabón ecológico en el alojamiento, consumir productos de cercanía durante la estancia, reciclar, usar un medio de transporte ecológico o ducharnos con menor cantidad de agua.
Los paquetes previamente establecidos, en grupos o con programas estándar ya no serán los más demandados, porque cada cliente querrá configurar su ruta en función de su percepción de seguridad sanitaria.
La oferta para reactivar el turismo en la era postcovid incluyen una mayor personalización, aún permitiendo combinar diferentes elementos, y mucha ruta a demanda del cliente. Por eso es importante mantener los oídos bien atentos a cuáles serán sus requerimientos.
¿A quién no le tira un arenal vacío para pasear o ver una puesta de sol? Lo cierto es que en verano parece que todos queremos apelotonarnos en las playas más concurridas o con mejores servicios, pero ahora volveremos a esa tendencia tan de parejita de buscar la playa desierta.
Rincones de acantilado, playas con accesos más remotos o rutas para llegar a espacios naturales con arenal. Esos rincones remotos como las Dunas de Corrubedo, determinadas zonas de Carnota, A Lanzada, Baldaio o calas casi desconocidas en la ría de Ferrol, la Costa da Morte o las rías altas. Con ayuda de Google seguro que encontramos nuestro arenal COVID free para pasar la tarde.
Los espacios comunes en los alojamientos están en franco desuso, así que habrá que convertirlos en unidades de convivencia diferenciados o bajo reserva para grupos, de manera que se puedan higienizar y ventilar entre uso y uso.
Incorporar algún pequeño electrodoméstico o hervidor en cada estancia, un mueble office, además de nevera, para evitar usar zonas comunes, puede ser una opción para los establecimientos tipo albergue o hostel. Establecer horarios de uso y protocolos de limpieza colaborativa en estas salas de uso colectivo será algo obligado para combatir esta pandemia.
Está claro que para reactivar el turismo en Galicia y otros rincones de nuestra geografía tras la pandemia, habrá que potenciar la atención a viajeros que realizan turismo de bajo riesgo. El montañismo, se practica en soledad, pareja o pequeños grupos, para el birding buscamos rincones con mucha tranquilidad y en Galicia hay diferentes puntos señalizados como estos que os hemos contado aquí.
Por otro lado, está bastante en auge el turismo starlight, para el que debemos desplazarnos también a la montaña o localidades con bajo nivel de contaminación lumínica, así que kilómetros de soledad y bajo contacto social también muy acorde con esas recomendaciones sanitarias.
El caravaning ya era un sector importante, pero la COVID19 y el miedo por contraer el virus lo ha elevado al olimpo vacacional. Las empresas de alquiler de caravanas seguirán teniendo demanda porque en nuestro propio espacio, higienizado y ventilado por nosotros, sentimos que estamos más seguros.
En este turismo podemos desplazarnos por España o Galicia adelante buscando esos bosques y lugares naturales de baja ocupación y paisajes que merezcan la pena.
Las cabañas en el bosque ya estaban teniendo mucho tirón y son una iniciativa empresarial en auge, pero este pequeño reducto de paz y aire libre se ha hecho imprescindible con la pandemia.
De este modo, y sea en los árboles, en parcelas privadas, o en recintos vacacionales, todo lo individualizado cobra un interés especial para ese nuevo turista en busca de ocio seguro. Quien tiene un terrenito, quizá también esté pensando en construir o comprar prefabricada esta infraestructura.