Seguro que como nosotros os habéis plantado unas cuantas veces, de escapada, de vacaciones o en plan familiar en esta ciudad portuguesa. Es difícil resistirse a su encanto porque no solo ofrece estampas difíciles de olvidar, sino que cuenta con un buen número de museos y rincones por descubrir. Hoy os traemos hasta 10 planes que podéis hacer en Oporto con niños pequeños.
Viajar con niños requiere adaptar el plan, el recorrido, la estancia y por supuesto el alojamiento y la infraestructura. Si os escapáis a esta ciudad moderna y bulliciosa, de más de 200.000 habitantes, pero encantadoramente tradional, os recomendamos llevar el plan muy bien trazado, y más si vais con niños pequeños.
Es verdad que esta ciudad y, en concreto, su casco histórico no es el más cómodo para moverse con carritos. Hay muchas calles adoquinadas, escaleras y fuertes pendientes. Así es que tendremos que buscar un alojamiento céntrico, valorar de antemano por dónde vamos a movernos, y no descartar el uso de metro o autobuses, además del tradicional tranvía.
No era nuestra primera vez en Oporto con niños pero sí en la situación de que ellos recordaran este viaje. Así que optamos por una ruta urbana para ver la decoración y ambientación navideña y algunos de los museos que ofrece la ciudad. Pero también parques con vistas espectaculares al río Douro, que por cierto estudiarán los peques en alguno de los cursos de primaria.
Historia, cultura, tradición, literatura y aire libre, mucho aire libre. Esta ciudad se vive intensamente pero para descubrirla con niños pequeños debemos compaginar lo que les gusta a ellos y lo que nos apetece a los mayores. Empezamos?
Uno de los parques temáticos más llamativos que podéis ver con los más pequeños en Oporto es el 1.World of Discoveries. Se trata de un museo interactivo sobre las grandes expediciones y travesías marítimas. Mapas, pantallas interactivas, recreaciones con decorados que impresionarán a los más pequeños y, sobre todo, la estrella es el recorrido en lancha de 20 minutos con cañonazo incluido. Pero no os asustéis que los piratas no os dispararán de verdad. Está ubicado junto al puerto, en la rúa nova de Alfándega, en el barrio de Miragaia, rodeado de casas de marineros y comerciantes. La tarifa no es barata, pero si el tiempo no acompaña es una opción interesante a cubierto.
Otro museo de lo más característico es el 2.Museo do Carro Eléctrico, pues no hay nada más característico y que guste más para una visita a Oporto con niños que sus chirriantes tranvías. El billete para este museo vale también para los transportes públicos de la ciudad y es una oportunidad para enseñar a los más pequeños los antiguos vagones por dentro y hacer un pequeño recorrido.
Si tenéis algún fanático de Harry Potter en casa quizá os interese pasar por la 3.Librería Lello e Irmao. La visitamos hace años, cuando simplemente podías entrar a ojear algún que otro libro, o comprar una guía de la ciudad, pero ahora se ha convertido en un fenómeno de masas. Ya no se ve desde la puerta porque ahora solo se accede comprando un ticket que cuesta 5 euros y que te descuentan de cualquier compra que hagas.
Otro museo que podéis ver con niños, sobre todo si tenéis pequeños científicos en casa, es el 4.Historia Natural de la Universidade de Oporto. Tiene una exposición de National Geografic con fotos y curiosidades de sus expediciones, especialmente las portuguesas. Videos, exploraciones, recuerdos y una sección ya fija dedicada a objetos de diferentes culturas, como una momia egipcia, adornos u objetos decorativos.
La primera visita que hay que hacer en Oporto es la Praça da Ribeira, que es el centro neurálgico del Oporto más turístico. En su entorno encontraréis terrazas con restaurantes y locales donde tomar algo mirando al río, tanto a ras de puerto como en las terrazas de las casas que conforman un segundo nivel. Caminar hasta el Puente D. Luis I, con paso desde la parte alta en un piso inferior, cruzar hasta Vila Nova de Gaia y hacer algunas fotos desde el mirador increíble que es el Mosteiro de la Serra do Pilar.
Desde esta orilla de enfrente podéis tomar el 5.teleférico de Gaia, que surca el cielo de este lado del Douro paralelo a Oporto, permitiéndonos una vista increíble de esta ciudad cuyo centro histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad. A vuestros pies veréis el entramado de bodegas, muchas de ellas visitables, que hicieron del vino de Oporto una institución a nivel mundial.
Un paseo por 6.Vila Nova de Gaia nos ofrece, además del perfil vertical de Oporto al otro lado del río, el poder disfrutar de esta orilla, con paseo litoral junto a las embarcaciones tradicionales, parques infantiles y restaurantes o bares de copas. En el entorno de Cais da Ribeira, por cierto, nos encantó la comida portuguesa de la Taberna da Lada, todo muy bien elaborado y casero.
Para regresar podéis volver a cruzar el puente o bien tomar el metro hasta la Estación de 7. San Bento, otro entorno bullicioso y comercial. Desde aquí tomaremos la calle Clérigos hasta su característica Torre, viendo algunas plazas de gran belleza como el Jardín de Cordoaría, donde también hay un pequeño parque infantil.
Si tenéis tiempo y el día acompaña, no dejéis de acercaros al 8.Jardín Palacio de Cristal. Este espacio fue construido en el siglo XIX y además de sus mil rincones temáticos como el jardín de las plantas aromáticas, las medicinas o la rosaleda tiene unas espectaculares vistas de la ciudad. Hay un par de miradores y también un agradable parque infantil bien acondicionado para los más pequeños.
Si vais a Oporto con niños en Navidad os interesará también la zona de la 9.Rotonda de Boavista, donde se instalan atracciones para los más pequeños. Noria, puestos, y diferentes atracciones en el entorno de una avenida del siglo XIX que conserva casas de gran valor arquitectónico que se han recuperado. A nosotros nos encantó alojarnos el Koolhouse Porto, un palacete con apartamentos y vistas al jardín ubicado en esta avenida y perfecto para una escapada con niños a la ciudad.
Sin tanta cola como la mencionada librería, muy cerca, a pocos metros en la Rúa Carmelitas, podéis ver la tienda de 10.Fernandes Mattos, un comercio que conserva una estética de 1886 y donde podéis comprar productos de diseño moderno, recuerdos o regalos. Los elementos tradicionales como la escalera de madera o los departamentos con su rotulación antigua son muy sorprendentes.
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