Estos concellos lucenses del sur nos dan mucho juego. Y si añadimos el componente Ribeira Sacra aún más. El pasado minero romano, bonitas estampas a orillas del río Sil o unos antiguos molinos de aceite. Os llevamos de ruta por Quiroga con niños.
Si entramos en Galicia desde Castilla y León por Puente de Domingo Flórez, enseguida llegaremos a Quiroga, población lucense al pie de la nacional 120. Forma parte del Geoparque Mundial de la UNESCO Montañas do Courel, es punto de paso del Camiño de Inverno, pero además tiene unos cuantos elementos de interés para pasar unos días con los más pequeños.
Apasionantes rutas y túneles, museos de lo más completo o divertidos parques infantiles. Vamos paso a paso y os detallamos algunas de sus posibilidades para que tracéis, como siempre, vuestra propia ruta.
Una antigua obra de ingeniería que podemos ver al paso de la nacional 120, que por cierto en toda esta zona atraviesa paisajes bellísimos. Está bien señalizado y podemos tomar un desvío que en unos 750 metros os llevará a un aparcamiento pequeño, para dos o tres coches.
Previamente habréis pasado por una senda a mano izquierda de la carretera que indica el camino al túnel romano. Aunque tiene algo de pendiente y el camino es pedrogoso, podéis bajar con niños en unos 10-15 minutos sin mayor problema, si bien no es accesible y recomendamos calzado adecuado.
En la zona hay paneles con indicaciones para la ruta y la historia del lugar. Los romanos desviaron aquí el curso del río Sil, del que extraían oro, para poder tener mejor acceso al mineral. Medía 120 metros y fue realizado en el siglo II d. C.
San Miguel de Montefurado se asienta sobre la antigua mina romana, que se explotaba por el procedimiento de ruina montium, al igual que Las Médulas, excavando e inundando galerías para extraer el oro.
Esta zona está integrada en la ruta do Ouro y se cultiva viñedo integrado en la denominación de origen Ribeira Sacra, subzona Quiroga Bibei, casi lindando ya con Valdeorras.
Si queréis la foto completa del túnel, viendo asomar la luz al otro lado, podéis seguir la carretera y bajar hasta el poblado de Covallos. Fue construido a mediados del siglo XX para dar soporte a la presa en el río Bibey, y hoy lo vemos habitado. En este entorno hay una zona tranquila en las aguas del río Sil que conforma una playa fluvial.
Si bajamos por una senda sobre las rocas con cuidado, y las aguas del río no van muy altas, podemos acercarnos al túnel para sacar una buena foto.
Una antigua almazara que aún produce aceite y se puede visitar dentro de una de las rutas turísticas promocionadas en el municipio. Y es que esta zona de Galicia cuenta con un clima mediterraneo en algunos de sus puntos que propició el cultivo de olivo, entre otras variedades.
También aquí se habla de la tradición romana en la introducción de este cultivo, según vemos en la información turística existente en el lugar. Aquí se ha restaurado un molino con unos tres siglos de antigüedad que usaba tracción animal. Esta infraestructura se emplea aún en una feria anual para moler el aceite, en un evento que incluye la cata y degustación de productos típicos.
Los paneles instalados en el lugar permiten conocer cómo era el proceso de molienda del olivo para producir aceite, así como otras curiosidades. Y junto a este lugar se encuentra la Capela das Farrapas, una construcción vinculada a la tradición popular de romería que celebra su fiesta el 29 de agosto, festividad de San Juan Bautista.
Si queréis visitar una empresa que cultiva y comercializa aceite gallego, en este territorio en torno al río Sil, no dejéis de contactar con Ouro de Quiroga. En su web explican bien las características de la elaboración de este aceite de olivos gallegos, están en Quiroga, junto a la Nacional 120, y hacen visitas guiadas para grupos si estáis interesados.
Además del aceite, también tienen bodega, su vino se llama Lar de Ricobao y os recomendamos tanto probar ambos productos como conocer su proyecto de empresa, porque es apasionante y aporta mucho a la sostenibilidad del territorio, al tiempo que recupera cultivos y técnicas tradicionales.
Un buen punto de partida para conocer la oferta turística del municipio y viajar en el tiempo para ver las particularidades geológicas de estas tierras y otros puntos de Galicia.
Está ubicado en la Rúa do Courel 21, a tan solo unos 700 metros del mirador con letras que propicia una buena foto de esta localidad. Abre un par de horas por las mañanas y los domingos y festivos de 11 a 12 h.
Está en el centro de la localidad, en la planta baja del auditorio municipal. Cuenta con una buena colección de elementos donados por los vecinos del pueblo relativos a cómo se trabajaba la madera, la forja, recolección y procesamiento de uvas, apicultura y obtención de la miel, herramientas para trabajar el campo, telares, etc.
Además tiene una sala dedicada a la imprenta tradicional, con máquinas, cajones de letras, máquinas de escribir, ficheros y diferentes elementos de uso diario en este tipo de negocios. También encontramos una escuela con todos sus elementos, la lareira y habitaciones tradicionales, y una pequeña sala con las maquetas de casas tradicionales realizadas para el rodaje de la película O Apóstolo.
Otro punto interesante de este territorio es acercarse a Margaride de Lor y asomarse a sus Minas do Medo, un recorrido señalizado con paneles informativos en un paraje natural de gran belleza, con cerezos castaños o alcornoques.
Los túneles y el ruina montium condicionan también un territorio perforado por la minería romana, en este caso en una explotación secundaria vinculada a Montefurado. Las Covas do Medo, son agujeros en la montaña que quedaron de aquellas labores siglos atrás y fueron empleados como bodegas o almacenes.
Si queréis alargar el viaje o ruta por Quiroga con niños no descartéis el merendero y parque que hay en la entrada a la localidad desde la Nacional 120. Por este punto vemos los postes de señalización del Camiño de Inverno y podemos parar a comer de bocatas.
Un poco más adelante, en la rúa Ánxel Fole, hay un parque infantil muy divertido, con castillos para subir y deslizarse en la bajada por toboganes enroscados. En esta zona hay ya algún restaurante para tomar algo, aunque la zona más céntrica la encontraréis algo más arriba, en el entorno de la rúa Real.
Si nos internamos en las montañas de O Caurel, podemos visitar las aldeas de Mazo, O Solón y A Seara, buenos ejemplos de arquitectura popular. Construcciones tradicionales en piedra y pizarra con balconadas de madera y una ruta con un interesante componente etnográfico.
Otro de los puntos bien visibles si transitamos por la nacional 120 es el castillo de Torrenovaes. Incluye la torre del Homenaje y el Pazo de la Encomienda, construidos entre los siglos X y XIII. Ambos elementos están vinculados a la Orden de San Juan de Jerusalén y son también una visita interesante que hacer en Quiroga con niños.
Tenéis más info en la web municipal del Concello de Quiroga, en el apartado de Turismo.